El Niño de las Monjas sale a hombros en la cuarta de Calasparra
Cortó dos orejas y Marcos Linares hizo la faena de la tarde y cortó una
El novillero valenciano Niño de las Monjas fue el triunfador de la cuarta novillada de la Feria de Calasparra al cortar una oreja de cada uno de sus novillos y salir a hombros. Pero la faena de la tarde la firmó Marcos Linares en el tercero, al que cuajó de forma soberbia pero perdió triunfo con los aceros. Cortó una oreja en el sexto. El mayoral de El Pincha salió a hombros acompañando al Niño de las Monjas
FICHA:
Se lidiaron novillos de Ganadería El Pincha, bien presentados y de buen juego en conjunto. Destacó el tercero, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Jorge Molina, ovación y ovación tras aviso Niño de las Monjas, oreja y oreja. Marcos Linares, vuelta al ruedo tras aviso y oreja.
Saludaron en banderillas Joselito Rus y Pascual Mellinas
Media plaza.
COMENTARIO:
Jorge Molina abrió plaza con un novillo noble aunque rajadito y bastante apagado con el que tuvo paciencia, sacándole los muletazos que tenía. Lo mejor lo hizo al natural, sin poder tener la faena continuidad por la condición del astado. Mató de estocada y descabello y fue ovacionado.
En el segundo de su lote, Molina tuvo más colaboración en su novillo, un animal noble y embestidor, y lo aprovechó para componer una faena en la que se encontró especialmente a gusto por el pitón derecho. Por ahí llegaron las mejores series en una labor completa que terminó con arrimón. Falló con los aceros y fue ovacionado.
El Niño de las Monjas hizo una faena vibrante al segundo de la tarde, un novillo que se movió con emoción en la primera parte de la faena. El novillero ligó y conectó con el tendido en una labor de entrega que remató de estocada que no fue suficiente y tuvo que descabellar. Cortó una oreja.
En el quinto, El Niño de las Monjas se las vio con un novillo más tardo que no propiciaba la ligazón. A pesar de ser un animal noble, al de Pincha le faltó motor. El novillero puso entrega y mató de estocada efectiva, lo que le valió una oreja.
Marcos Linares cuajó una excelente actuación con capote y muleta en el tercero, el mejor novillo de la tarde al que entendió de principio a fin. Comenzó por torearlo con elegancia y excelentes maneras a la verónica y terminó por cuajarlo al natural, el mejor pitón del astado. Fue un recital de buen toreo con la zurda con empaque, temple y prestancia. Excelente expresión en el toreo al natural y en los remates, componiendo un conjunto de altísimo nivel. Enterró la espada pero falló con el descabello, lo que le hizo perder las orejas. El novillo de Pincha, Oloroso, número 88, fue premiado con la vuelta al ruedo.
El sexto embistió a oleadas y sin fijeza en los primeros tercios. Marcos Linares estuvo muy dispuesto siempre y gracias a ello logró momentos brillantes y de mucho mérito en la faena de muleta. De juego destacó en el toreo al natural a pesar de que su oponente, un novillo con mucha cara, no acababa de entregarse nunca. Mató de pinchazo y estocada y cortó una oreja.
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