viernes, 29 de octubre de 2021

 EL AÑO DE JUAN ORTEGA

La temporada de Juan Ortega: un capote y un embroque para el deleite de la afición

El trianero ha sublimado el toreo a la verónica en su primera temporada como nombre fijo del circuito principal

El matador de toros Juan Ortega, en la grada de la Plaza de Toros de Sevilla - Raúl Doblado

Las angosturas de su tauromaquia han reventado el embudo. El advenimiento de un torero tan clásico como frágil ha revolucionado los patrones de la tauromaquia actual. Sin necesidad de descerrajar ningún pórtico crucial ni habiendo desorejado a ese animal elemental que eleva a los toreros a la gloria suprema, Juan Ortega ya planea sobre la órbita cimera de la afición. Mientras algunos lo intuyen como un inminente torero de culto, otros le exigen un «pasito más» para darle un tratamiento privilegiado.

Está en boca de todos y lo ha conseguido con ¿muy poquito? Había tardes en las que bastaba con un par de lances, otras en las que erizaba la piel a través de una media verónica,

 momentos en los que su inicio de faena transportaba a épocas doradas y cierres en los que su modo de andar por la cara del toro y tocar los costados reconfortaba al que se sentaba en el tendido. Juan Ortega es la pausa y el aliento que ha surgido tras la sofisticación y tensión.

Camarón de la Isla le dedicó estas letras al Faraón de Camas: «Con verte en un quite me sobra / de esos que tú sabes hacer, / y como el toro te embista / ya tienes a la gente en pie». Y con Ortega, salvando unas distancias abismales, ocurre lo mismo. Recordando su temporada 2021 surgen fogonazos de cada tarde en la que se vistió de torero. A bote pronto, sin mirar papeles ni entrar en detalles, se vienen a la mente el toro de Garcigrande que ralentizó con un exquisito embroque a media altura en Vistalegre, el cierre de faena sobre los pies en Leganés, su acompasado y dinámico trasteo en Jerez, el epílogo de resurrección en El Puerto de Santa María, los cinco lances abrochados con una media belmontina en el día de su presentación en Sevilla y la sublimación a la verónica al toro de ‘Juampedro’ en el mano a mano con Morante.

Juan Ortega, en la corrida de su presentación en la Maestranza
Juan Ortega, en la corrida de su presentación en la Maestranza - Juan Manuel Serrano

¿Servirá todo eso para consagrarse como figura del toreo? Posiblemente no, pero sólo el tiempo nos ofrecerá la respuesta. De momento ha conseguido lo más difícil: huir del ostracismo. Ha terminado el octavo en el escalafón taurino, distando de aquel puesto 81 que ocupó al cierre del 2018. Sólo en esta temporada ha toreado más corridas (31) que en las siete temporadas que llevaba como matador de toros.

Lejos queda ya su albor de campaña en el jienense coso de Villanueva del Arzobispo, junto a Diego Urdiales y Emilio de Justo. Una imagen que tanto difiere del final de curso: plaza casi vacía, con las restricciones sanitarias del momento. Una tarde aquella en la que los tres diestros tuvieron que tensarse los machos para sobreponerse a las complicaciones que desarrollaron los pupilos de Santiago Domecq. Ortega recibió una cornada envainada al entrar a matar el tercero y salió tras ser intervenido para cortarle una oreja al sexto.

Uno más en la mesa

Tras su resurrección linarense de 2020, Juan Ortega comenzaba el curso desde la parrilla de salida. Tres tardes en la Feria de Abril y otras dos en la Feria de San Isidro (trasladada al coso de Vistalegre) lo avalaban para entrar en todos y cada uno de los carteles de resonancia. Y así llegó su primer compromiso importante: en Carabanchel, junto a Morante de la Puebla y Julián López ‘El Juli’. Aunque no le facilitaran el lucimiento a la verónica, ese día llegó su primer gran toque de atención: un inicio impropio en esta época, doblándose y desbravando la agitada embestida del animal, para después continuar con pases a cámara lenta que se vaciaban en la hombrera contraria. Un estilo natural, armonioso y reposado que conquistó el alma, casi huérfana, de la afición. Sin necesidad de arrastrar las manos ni forzar la figura, Juan Ortega encontró la profundidad a través del estilo más clásico y elegante del toreo. Cómo no estaría que tras pincharlo repetidamente y dar una vuelta al ruedo, le premiaron con una oreja su postrera faena por lo anteriormente acontecido.

Los meses más inciertos y preocupantes de la temporada se iban desarrollando en esa primavera-verano en la que la situación sanitaria no terminaba de estabilizarse y las administraciones continuaban poniendo trabas a la celebración de espectáculos taurinos. Las corridas iban llegando a cuentagotas: Brihuega, Nimes, Morón de la Frontera, Granada, Alicante… y así hasta que el verano floreció y trajo consigo su mejor toreo. Fue en Jerez, en su novedosa feria del mes de julio. Junto a ‘El Juli’ y Roca Rey se reivindicó como torero de cante grande. Frente a los «bien» que escucharon los alternantes, a Ortega le brindó la afición los más sentidos «oles» de la tarde.

Días después llegaría otra de sus obras culmen, casi llegada la medianoche portuense con un sexto toro de Garcigrande. Y así fue engrasándose su turné veraniega hasta la ansiada presentación como matador de toros en la Real Maestranza de Sevilla. Una tarde soñada, sumergido en un cartel que se había confeccionado contra todo sentido: con David Fandila ‘El Fandi’ y José María Manzanares.

Meses antes de aquella presentación, el torero reconocía en una entrevista publicada en ABC de Sevilla que soñaba con torear un toro en la Maestranza «muy despacio». «Que sea uno de esos días en los que brota la sensibilidad. Porque no siempre está uno como debe estar. Que se den las circunstancias, el toro y que surja lo que tenga que surgir».

Y aquello ocurrió y quedó constancia en su carta de presentación: la Banda Tejera sonando y la plaza puesta en pie tras media docena de lapas soberbias, ejecutadas según mandan los cánones del toreo a la verónica: las manos a la altura de la bragueta, la figura erguida y los vuelos embarcando y meciendo la embestida. Y rematadas con una media belmontina tan pura que no le permitió enmendar la zapatilla, siendo por ello arrollado sin consecuencias. Poco más pudo hacer aquella tarde, como si aquello que había hecho supiera a poco…

Juan Ortega lanceando al toro 'Viñero' de Juan Pedro Domecq
Juan Ortega lanceando al toro 'Viñero' de Juan Pedro Domecq - Raúl Doblado

Pero llegó a sublimar aún más el toreo a la verónica en su histórico recibo al toro ‘Viñero’ de Juan Pedro Domecq en el mano a mano con Morante de la Puebla. Aquella cascada de lances de ejecución perfecta siguen sin poder describirse. Sevilla vibró con ellos como hacía años que no lo hacía. Todos son motivos suficientes para corrobar lo que muchos ya intuían que podía pasar: Juan Ortega cayó de pie en Sevilla, que ya lo considera como uno de sus toreros predilectos. Cerró el trianero su campaña en tierras jienenses, con un festín de orejas en el mano a mano con Roca Rey en Úbeda y finalmente en el coso de la Alameda, sin opciones con la corrida de Domingo Hernández.



EN EL CUBO DE DON SANCHO EL 13 DE AGOSTO

El Certamen de Aficionados Prácticos de Rollanejo ya tiene cartel para la edición 2022

Participará el vencedor de 2021, el oñorense Ángel Bravo, además de aficionados procedentes de Nimes, Córdoba, Madrid, Horcajo Medianero y Salamanca

Participantes en la edición 2021 del Ceertamen de Aficionados Prácticos de Rollanejo / CORRAL


El éxito de la décima edición, celebrada hace dos semanas, ha motivado a sus organizadores y en solo unos días han confeccionado el cartel de 2022 correspondiente al encuentro de aficionados prácticos que desde hace diez años se celebra en El Cubo de Don Sancho. Javier Moro, principal impulsor del evento, confirmaba a LAS ARRIBES AL DÍA que el XI Bolsín Taurino de Rollanejo ya tiene protagonistas.

Como señalaba Moro, “el buen sabor de boca que nos dejó este décimo certamen ha hecho que hayamos confeccionado enseguida el cartel para el 2022. Estamos ante un certamen ya consolidado no solo a nivel nacional sino también a nivel internacional”. Este hecho lo confirman numerosas solicitudes para participar, incluso de aficionados procedentes de Perú. Sin más lejos, el próximo año el Certamen de Aficionados Prácticos de Rollanejo contará con un participante procedente de la localidad francesa de Nimes.     

“Desde la organización queremos seguir abriendo y dando la importancia que tiene este certamen en el mundo de los aficionados prácticos, porque es un certamen que cada año coge más fuerza y todo el mundo quiere venir a participar”. El motivo de la celeridad en la preparación del cartel obedece a “que los participantes se vayan preparando tanto física como mentalmente para esa cita de sentirse un día toreros en la plaza de Rollanejo”.

“Este año fue un éxito aunque se cambió la fecha y salió fuera del verano, pero la afluencia de público y sobre todo de fuera, y aficionados, han reconocido la organización y el buen hacer de los participantes”. Por ello “se sigue intentando que el certamen crezca y demostrar que los pueblos, en este caso gracias a la generosidad y colaboración del Ayuntamiento de El Cubo de Don Sancho, somos capaces de organizar cosas que merecen la pena y que despiertan la ilusión de muchos aficionados del mundo del toro”.


Toñi Azahara (Córdoba),

El cartel de esta undécima edición, prevista en principio para el 13 de agosto, estará formado por el triunfador de 2021, el oñorense Ángel Bravo, además de Toñi Azahara (Córdoba), Primi Hernández (Salamanca); Álvaro Cordón (Madrid), Roberto Prieto (Horcajo Medianero) y Yoann Meurs (Nimes), “un cartel de mucho interés y de un nivel muy alto y exigible para los participantes”, concluía Javier Moro.


lunes, 25 de octubre de 2021

 







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Con el triunfo en Chamusca José María Manzanares pone fin a su gran temporada

José María Manzanares recibió con templado ramillete de verónicas al de García Jiménez que se puso muy complicado durante el quite con el capote. Comenzó la faena metiéndose por dentro y Manzanares tuvo que imponerse al animal desde los inicios doblándose con él. Lo sometió y el novillo no regaló ni una embestida, pero José María Manzanares lo fue haciendo poco a poco hasta lograr naturales de gran belleza. Una faena de poder que se vio fuertemente ovacionada por la afición.

Por las restricciones de prevención contra el covid no se permitió dar vueltas al ruedo.

sábado, 16 de octubre de 2021

 EL TORERO QUE TODO LO PARA.-



Fotogalería: J.A. Viedma – ANFT

Morante, para el tiempo, Morante  para los toros, Morante para la música... Todo lo para. Lo  para todo... Yo que Florentino Pérez,  lo fichaba para parar los penaltis con los que castigaran al equipo blanco. Y es que el toreo GRANDE no debe de ser molestado e interrumpido ni siquiera con las palmas, solo debe acompañarlo los latidos del corazón y el piar de los vencejos cuando el de la Puebla torea. ¡ Qué barbaridad ! ¡ Qué arrebatamiento !  ¡ Qué belleza de muletazos ! ¡Qué naturales más imponentes !

Quién esta tarde haya visto la corrida de la Feria de San Lucas (Jaén), habrá comprobado que el diestro "cigarrero"  ha cambiado, de aquel torero acostumbrado a tirar "las tres cartitas", a pasado a ser un torero de cante "jondo" de cante "grande" de cante "arrebatao" como el toreo que ha  derrochado esta tarde en el coso jiennense. Había cortado la primera oreja de la tarde en una faena muy meritoria a un toro de  Garcigrande. Haciendo un toreo poderoso e inspirado.  Muletazos con mucha cadencia, garbosos, llenos de torería. 



Morante se impone al justo primero y le pasea un despojo

Los remates por bajo fueron de clamor, de mucha enjundia y el público, al matar de una casi entera de gran efecto, sacó su pañuelo y el presidente le concedió a Morante el  primer trofeo de la tarde.


Morante manda callar a la banda en el cuarto bis y forma un lío al toro de Sancho Dávila

En el cuarto toro, un sobrero de la ganadería de Sancho Davila, a raíz de un desajuste con la Banda (como en Sevilla), mandó "parar" la música, y dio comienzo a una obra de arte (una faena de locos) como reconoció después el diestro sevillano, a preguntas del entrevistador. Una faena de enorme calado artístico a un toro  excelente, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Desde el inicio de la faena el torero  de la  Puebla del Río, lo toreó tan despaciosamente en series profundas de naturales que hizo enloquecer al público que puesto en pié pidió las dos orejas del animal, una vez que Morante lo tumbara sin puntilla. 


Ovacionado De Justo, que deja una obra de entrega ante el descastado segundo


De Justo se encaja por el derecho ante el manso quinto, pero falla con el acero

Completaban la terna el extremeño Emilio de Justo y el Trianero Juan Ortega, que no tuvieron la misma suerte con los toros que enlotaron. Mansos algunos. Faltos de raza y celo, sin humillar otros. En fin, ésta corrida sólo cuenta la sencillez, la naturalidad, la solemnidad y la torería de de José Antonio Morante Camacho,  un torero diferente al que fue, porque ahora sí pisa terrenos más  comprometidos, y lo hace con mucha más entrega. 

 

Juan Ortega se estrella contra un descastado y mansurrón tercero

El sexto, otro toro imposible para Ortega

FICHA DEL FESTEJO

Coso de la Alameda, Jaén. Primera de la feria de San Lucas. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada, unas 8.000 personas.

Toros de Garcigrande, Domingo Hernández -3º y 6º- y uno, el 4º bis, de Sancho Dávila -de vuelta-.

Morante de la Puebla, oreja y dos orejas.

Emilio de Justo, ovación y ovación.

Juan Ortega, silencio y silencio.


Antonio Rodríguez Salido.-

Compositor y letrista. -

Escalera del Éxito  176.-


viernes, 15 de octubre de 2021

 Crónica del Diario La Razón.

Corrida de la Hispanidad. Madrid (12 de octubre del 2021).



Fotos: Luis Sánchez-Olmedo


-Morante pellizca y Ginés Marín se abandona como para pasar en paz un invierno.

-El de La Puebla corta una oreja del primero y Marín dos del sexto que le abren la Puerta Grande.

Ginés Marín sale a hombros tras cortar dos orejas en Madrid.


Lo curioso no era que no hubiera una puñetera entrada por ningún lado ni que la reventa hubiera hecho su agosto en octubre. Tampoco que fuera una de esas (maravillosas) tardes en las que antes de pasar algo o no, ya se vivía la expectación y la ilusión. Pero lo que de verdad era curioso, por no decir inverosímil y un huracán de emociones, fue que Morante dibujó una verónica por el pitón derecho del toro que resultó un fogonazo de los que quitan aliento mientras el animal se rebrincaba entre las telas. Lo repitió una y otra vez hasta cuatro tal vez. Madrid rugía como solo ruge Las Ventas. Quitó a la verónica y una fue tan monumental como la plaza. Por gaoneras al paso se llevó el toro al caballo y se caía Madrid, porque Madrid también es de Morante. Y Morante es del mundo. Se emborronó López Simón en el quite y a punto estuvo de prenderlo.

Una explosión

El comienzo de faena del de La Puebla fue la constatación de su aquí y ahora. Bestial. Una explosión cada muletazo, los del desprecio... Tan íntegro como asentado a la arena para llevárselo al mismo centro, porque allí era el lugar y estaba dispuesto. Fueron dos o tres tandas más, antes de que el toro se consumiera. No le aguantó el envite, que era mucho, que era todo. Morante este año habla con Dios cara a cara cada tarde. La tanda de naturales, ya con la espada buena, fueron un regalo de torería, de entrega, de verdad, de bien torear, porque hay muchas formas de hacerlo, pero esta es eterna. Luego vino lo de la espada y el trofeo, pero casi casi ¿qué más da?

Brindó López Simón al segundo y en el centro se quedó para comenzar por estatuarios. No perdonó el manso, que había huido del caballo, pero cogió al torero con una violencia espantosa: para lanzarle por los aires y después perseguirle en la arena. Una barbaridad. Se lo trajeron los compañeros desmadejado. Inaudito fue que le echaran agua y acabara por reponerse para volver de nuevo a la cara del segundo, que no regaló nada y en más de una ocasión amenazó por cogerle de nuevo. Lo intentó Alberto Simón de principio a fin y la estocada fue perfecta. Sin más.

Lo bordó Morante en el quite por chicuelinas al tercero y replicó Ginés. Era un papelón. Lo solventó. Quiso en la muleta, pero el toro no superó su informalidad y la estocada fue sublime.

Manseó también el sexto. Una pena. El suflé que tanto habíamos gozado con ese trofeo de Morante en los albores se nos fue bajando toro a toro, manso a manso. Pasó lo suyo la cuadrilla para ponerle los palos y ya quedó a Ginés Marín el trago final. El de Alcurrucén sacó ese resquicio que llevaba dentro y Ginés fue capaz de exprimirlo y firmar naturales gloriosos. Nadie lo esperaba, pero lo que hizo estaba al alcance de pocos, tan despacio y tan largo que hubo alguno que fue decididamente el final de la tanda y bien podría haber sido el final de los tiempos. Lo gozó y los gozamos cuando creímos la tarde perdida. Ginés Marín se abandonó al toreo y los naturales resultaron antológicos. Tanto como para perderte en la mitad de su vuelo, porque no solo los detuvo en el tiempo sino que los prolongó. Otra historia. Ginés volvió a conquistar Madrid. Ginés volvió. Nos comerá el invierno de nuevo, pero de otra manera.

Ficha del festejo

► LAS VENTAS (MADRID). Se lidiaron toros de Alcurrucén. El 1º, noble y a menos; 2º, complicado y sin entrega; 3º, informal y sin emoción; 4º, manso imposible; 5º, sin clase ni fuelle; 6º, bueno. Lleno de «no hay billetes».

► Morante de la Puebla, de turquesa y oro, estocada desprendida (oreja); dos pinchazos, estocada corta (silencio).

► López Simón, de azul marino y oro, estocada (saludos); estocada caída (silencio).

> Ginés Marín, de malva y oro, estocada (saludos);

estocada

(dos orejas);

Puerta Grande.

sábado, 9 de octubre de 2021

 

Triunfal festival en Beas de Segura

sábado 9 octubre, 2021



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La localidad jiennense de Beas de Segura celebraba, este 9 de octubre, su tradicional festival taurino, en el que comparecían el rejoneador Andy Cartagena, los matadores Rafaelillo, Manuel Escribano, Alberto Lamelas y José Carlos Venegas y el novillero Jesús Llobregat. Se lidiaban novillos de Fermín Bohórquez para rejones y Valdefresno para lidia a pie.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Beas de Segura, Jaén. Festival taurino mixto con picadores.

5 novillos de Valdefresno y uno para rejones de Fermín Bohórquez.

El rejoneador Andy Cartagena: Dos Orejas.

“Rafaelillo”: Dos Orejas.

Manuel Escribano: Dos Orejas.

Alberto Lamelas: Dos Orejas.

José Carlos Venegas: Dos Orejas.

Y el novillero Jesús Llobregat: palmas.

 

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José María Manzanares corta tres orejas para terminar la temporada


A pies juntos y con un precioso ramillete de verónicas, Manzanares recibió a su primer toro de la tarde. Comenzó la faena de muleta por bajo saliéndose con él, ya en los medios, el de Alicante comenzó a ligar naturales haciendo las delicias del público. Sobre la derecha toreó en redondo cuajando una faena que siempre fue a más. Mató de una gran estocada recibiendo y paseó dos orejas.

Manzanares recibió con gusto a la verónica al cuarto de la tarde. Sometió por bajo al toro al inicio de faena, pero el de Cuvillo continuó con su mala condición. Sin entregarse y sin pararse el animal embestía con peligro. Manzanares estuvo muy firme con él y lo mató de una buena estocada, cortando así la tercera oreja de la tarde.